Las Intervenciones Personalizadas y Realizadas de Forma Remota Pueden Ofrecer una Promesa para la Reducción de Peso Corporal en Personas con Discapacidades Intelectuales

Un estudio financiado por el Instituto Nacional De Investigación sobre la Discapacidad, Vida Independiente, y Rehabilitación (NIDILRR, por sus siglas en inglés).

La obesidad es una preocupación de salud nacional en los EEUU, donde las tasas de obesidad han aumentado en aproximadamente un 12% durante las últimas 2 décadas. Investigaciones anteriores han mostrado que la obesidad está estrechamente relacionada con la aparición de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial, y enfermedades cardiacas, así como la muerte prematura. El aumento de las tasas de obesidad y sus desafíos de salud asociados son especialmente preocupantes para las personas con discapacidad intelectual (DI), que tienden a tener tasas más altas de obesidad en comparación con personas sin DI. Las investigaciones anteriores han sugerido que estas tasas más altas de obesidad pueden estar relacionadas con los desafíos únicos para esta población, como las restricciones financieras, transportación limitada, y una mayor dependencia de los proveedores de atención para recibir asistencia. Además, las personas con DI pueden estar más predispuestas a la obesidad debido a tasas más bajas de obtener acceso a los servicios de salud preventivos (por ejemplo, exámenes de detección de cáncer, control de la presión arterial, controles de colesterol) y la falta de continuidad de atención médica.

A pesar del mayor riesgo para la obesidad para personas con DI, hay poca investigación sobre los programas de pérdida de peso y/o control del peso para esta población. Las investigaciones anteriores que utilizan un enfoque hibrido de intervenciones de pérdida de peso prestadas en persona y de forma remota a través de la tecnología de información y comunicación (TIC) han demostrado ser prometedoras en la población general.

En un reciente estudio financiado por NIDILRR, los investigadores probaron un programa de intervención de salud personalizado para personas con DI entregado mediante las TIC. Los investigadores querían saber si un programa personalizado prestado de manera remota podría mejorar el peso corporal y otros factores de riesgo de salud (por ejemplo, azúcar en la sangre, colesterol) de los participantes.

Los investigadores del Centro de Investigación de Rehabilitación y Capacitación sobre las Discapacidades de Desarrollo y Salud (en inglés) inscribieron a 35 adultos con DI en un estudio para probar el Sistema Personalizado de Respuesta al Ejercicio y Peso en Línea para Personas con Discapacidad Intelectual (POWERSforID, por sus siglas en inglés), una intervención de control de peso desarrollada específicamente para personas con DI que combina el entrenamiento remoto con una plataforma en línea. POWERSforID utilizó como un enfoque centrado en la persona para ayudar a los participantes a identificar áreas de cambio y establecer metas realistas de mejora. Incluyó información y recursos dirigidos a personas con DI, como la categorización de alimentos fácil de entender, registros simples de actividades y alimentos, y orientación de entrenadores para ayudar a los participantes a tomar decisiones por sí mismos.The participants were between the ages of 18-50 with a diagnosis of either mild or moderate intellectual disability, and were receiving care in a clinic that specialized in caring for people with ID. In addition to these criteria, participants also had to have a body mass index of at least 30 (which indicated obesity), be cleared by a medical provider for participation in a weight loss program, and have access to a computer and the internet during the week.

Los participantes tenían entre 18 y 50 años de edad con un diagnóstico de discapacidad intelectual leve o moderado, y estaban recibiendo atención en una clínica que se especializaba en la atención de personas con DI. Además de estos criterios, los participantes también debían tener un índice de masa corporal de al menos 30 (que indicó la obesidad), estar autorizaos por un proveedor médico para participar en un programa de pérdida de peso, y tener acceso a una computadora e internet durante la semana.

Los 35 participantes fueron asignados aleatoriamente a dos grupos: Un grupo de intervención y un grupo de comparación. El período de estudio fue de 24 semanas. Al comienzo del estudio, todos los participantes completaron visitas clínicas y evaluaciones en persona con un asesor de salud. Un médico tomó medidas corporales (altura, peso, índice de masa corporal o IMC, circunferencia de la cintura, y grasa corporal), signos vitales (presión arterial, frecuencia cardíaca), y biomarcadores (perfil de colesterol y niveles de azúcar en la sangre). Finalmente, todos los participantes también completaron cuestionarios sobre lo que les gustaba comer, qué actividad física disfrutaban, y cómo se sentían acerca de su salud y bienestar. Durante el periodo del estudio, se pidió a los participantes en ambos grupos que visitaran la clínica cada seis semanas para un total de cuatro visitas. Las medidas corporales y los signos vitales se midieron nuevamente en las semanas 12 y 24, y los biomarcadores se midieron en la semana 24.

Los participantes en el grupo de intervención recibieron una báscula portátil para rastrear su peso y un podómetro para rastrear sus pasos cada semana. También recibieron un nombre de usuario y contraseña únicos para el sitio web de POWERSforID. El programa POWERSforID se dividió en 2 fases. En la primera fase (semanas 1 a 12), los participantes recibieron una llamada de entrenamiento semanal con un entrenador de salud. Durante estas llamadas, el entrenador ayudó al participante a establecer metas de dieta y ejercicio, como reducir los alimentos altamente procesados o encontrar formas de agregar actividad física. Los participantes y entrenadores también discutieron los obstáculos a estas metas y estrategias para sortearlos. El sitio web de POWERSforID proporcionó a cada participante un espacio personal para monitorear y rastrear sus comportamientos de salud como ingesta de alimentos y ejercicio, un espacio de discusión para interactuar con su entrenador, y una sección de diario para registrar los comportamientos diarios. El sitio web utilizó la información de los cuestionarios para crear estrategias de salud personalizadas para los participantes y sus entrenadores. Por ejemplo, si un participante dijo que no le gusta comer frutas y vegetales, el sitio web sugeriría un batido como alternativa. Se pidió a los participantes que hicieran un seguimiento de su actividad física y que se enfocaran en el consumo de alimentos utilizando el diario en línea POWERSforID. El programa continuó durante la segunda fase (semanas 13 a 24), cuando las llamadas de entrenamiento se redujeron a semanas alternativas.

Los participantes en el grupo de comparación no recibieron llamadas de entrenamiento o acceso al sitio web POWERSforID. En cambio, recibieron una consulta con un profesional médico y se reunieron con un asesor de salud cada seis semanas para completar mediciones y para discutir las estrategias generales de manejo de la salud. Al fin de 24 semanas, se les proporcionó materiales educativos del Centro Nacional sobre la Salud, Actividad Física, y Discapacidad (NCHPAD, por sus siglas en inglés) y pudieron comunicarse con los especialistas en información de NCHPAD para obtener avisos sobre la nutrición y la actividad física.

Al final de las 24 semanas, los investigadores encontraron que:

  • El grupo de intervención tuvo una mayor reducción en el peso corporal, el IMC, y la circunferencia de la cintura en comparación con el grupo de comparación.
  • El grupo de intervención tuvo una reducción en los lípidos de baja densidad (LBD o “colesterol malo”), los triglicéridos, y el colesterol total, mientras que el grupo de comparación tuvo un aumento en esos tres marcadores.
  • No hubo cambios notables en el azúcar en la sangre en los grupos de intervención o de comparación.
  • Para el grupo de intervención, los participantes completaron un promedio del 61% de las llamadas con sus entrenadores. Aproximadamente el 24% de los participantes con regularidad diarios semanales sobre su actividad física y nutrición.

Los autores notaron que los participantes en el grupo de intervención que tuvieron acceso a los entrenadores y un programa personalizado mostraron mejoras en áreas importantes de la salud: peso corporal, CMI, y LBD. Las llamadas de entrenamiento interactivas pueden haber sido clave para estas mejoras en lugar de la guía automatizada del sitio web POWERSforID, ya que solo una cuarta parte de los participantes inició sesión e interactuó con el sitio web para registrar su actividad. Notaron que, generalmente, las intervenciones de pérdida de peso para los adultos con DI no son generalmente tan exitosas como las desarrolladas para la población general. Sugirieron que esto puede deberse a barreras únicas que las personas con DI enfrentan, y un programa personalizado adaptable con un entrenador, así como este programa, puede ayudar a encontrar estrategias para superar estas barreras.

Según los autores, este estudio es prometedor para una intervención de control de peso remota hecha a medida para personas con DI para ayudar con la pérdida de peso en esta población. Las personas con DI pueden enfrentar desafíos para encontrar un programa de salud que satisfaga sus necesidades únicas u obtener acceso a la transportación para las visitas regulares si encuentran un programa. Un programa de telesalud con entrenadores y orientación informática orientada a sus necesidades puede llenar este vacío. Las futuras investigaciones pueden centrarse en estudios más amplios o en la incorporación de otras tecnologías móviles de salud, como los mensajes de texto y las redes sociales. Señalaron que este estudio piloto puede servir como un punto de partida prometedor para futuras intervenciones de pérdida de peso basadas en la tecnología y entregadas a distancia para las personas con DI.

Para Obtener Más Información

Asociaciones en Bienestar (en inglés) es un plan de estudios de promoción de la salud diseñado universalmente que aborda las necesidades de aprendizaje únicas de los adultos con DI que requieren apoyo diario continuo y que tienen habilidades de lectura limitadas o nulas. El plan de estudios adopta un enfoque único para enseñar a las personas con DI sobre una vida saludable: Las personas con discapacidades aprenden junto a un compañero que no tiene DI. Asociaciones en Bienestar está estructurado de manera que ambos socios puedan aprender nueva información, habilidades, y hábitos relacionados con su propia salud y bienestar.

El Centro Nacional para la Salud, la Actividad Física, y Discapacidad (en inglés) ofrece recursos para personas con discapacidades, familias, y proveedores de salud y aptitud física sobre la integración de la actividad física y buena nutrición en la vida.

Para Obtener Más Información Sobre Este Estudio

Neumeier, W.H., Guerra, N., Hsieh, K., Ervin, D., Thirumalai, M., y Rimmer, J.H. (2021). POWERSforID: Un Sistema personalizado de respuesta al peso y ejercicio en línea para personas con discapacidad intelectual: Un ensayo controlado aleatorio (en inglés). Revista de Discapacidad y Salud, 14. El artículo está disponible en la colección de NARIC bajo el Número de Acceso J87379 y solo está disponible en inglés.

Español
Date published: 
2021-11-17