Un estudio financiado por el Instituto Nacional de la Investigación sobre la Discapacidad, Vida Independiente, y Rehabilitación.
Una lesión de la médula espinal (LME) es un daño duradero de la médula espinal, por lo general causado por un accidente u otro trauma. LME causa una pérdida de sensibilidad y movimiento por debajo del punto de lesión, que puede ser completa (sin sensación o movimiento) o incompleta (alguna sensación, movimiento, o ambos). Algunas personas con LME pueden requerir un ventilador para respirar si su lesión está en la parte superior de la columna vertebral. Las personas con LME pueden recibir tratamiento médico inicial en un hospital, y luego transferirse a una unidad de rehabilitación donde aprenden estrategias para realizar actividades de la vida diaria con su lesión. A veces, las complicaciones de salud pueden ocurrir durante la hospitalización inicial o la estancia en la unidad de rehabilitación hospitalaria, lo que puede dificultar la curación. Dos de las complicaciones más comunes son las ulceras por presión (UP) y neumonía. Las UP son conocidas como lesiones por presión, úlceras de decúbito, o llagas, y son un problema común de la piel que puede resultar de estar acostado o sentado en la misma posición durante largos periodos de tiempo. Las UP pueden dañar la piel y los tejidos subyacentes. La neumonía es una infección pulmonar que puede resultar de los problemas de respiración después de LME. En un reciente estudio financiado por NIDILRR, los investigadores analizar la conexión entre la neumonía y UP en personas con una nueva LME. Querían saber si las personas que desarrollan la neumonía durante el tratamiento hospitalario o rehabilitación son más propensas a desarrollar UP que las personas sin neumonía. También analizaron otros factores que podrían ser relacionados a un mayor riesgo de desarrollar UP.
Los investigadores en el Centro de Investigación de la Ingeniería de Rehabilitación sobre la Lesión de la Médula Espinal (en inglés) analizaron datos de 4,866 personas matriculadas en la Base de Datos Nacional de Estadísticas de LME financiada por NIDILRR, que alberga datos sobre personas con LME tratadas en los Centros de LME financiados por NIDILRR. Específicamente, los investigadores analizaron los datos recopilados de 3,098 personas con LME durante su estancia inicial en el hospital y 1,768 personas con LME durante su estancia de rehabilitación. Estos datos fueron recopilados entre 1993 y 2006. Los investigadores analizaron los datos para determinar sí o no cada persona desarrolló una UP, y sí o no la persona tuvo neumonía a lo menos una vez, durante su estancia en el hospital o rehabilitación hospitalaria. También analizaron la severidad de LME, incluyendo si era completa o incompleta, y sí o no la persona necesitaba un ventilador para respirar.
Los investigadores descubrieron que aproximadamente 20% de las personas en el entorno hospitalario desarrollaron a lo menos una UP, y aproximadamente 29% tenían neumonía. En comparación, alrededor de 21% de las personas en el entorno de rehabilitación hospitalaria tenía al menos una UP, y alrededor de 4% tenían neumonía.
Cuando los investigadores examinaron la conexión entre la neumonía y las UP, encontraron que las personas que tenían neumonía tuvieron más del doble de probabilidades de desarrollar una UP que las personas que no desarrollaron neumonía, ambos en el hospital y en la unidad de rehabilitación. Cuando analizaron otros factores relacionados con UP, los investigadores encontraron que las personas que usaron ventiladores también tenían más del doble de probabilidades de desarrollar una UP durante la hospitalización, y 54% más probabilidades de desarrollar una UP durante la rehabilitación hospitalaria que aquellos que no usaban ventiladores. Además, los participantes con LME completas eran más probables de desarrollar UP que las personas con LME incompletas en ambos entornos. Sin embargo, incluso después de considerar la gravedad de la LME y el uso de ventiladores, todavía existía una fuerte conexión entre el desarrollo de neumonía y el desarrollo de UP en ambos escenarios.
Según los autores, el tener neumonía puede aumentar el riesgo de UP por al menos tres razones. En primer lugar, la neumonía puede debilitar el sistema inmunológico, haciendo la piel más susceptible a los daños por presión o la infección. En segundo lugar, la neumonía puede dificultar la respiración eficiente, reduciendo el suministro de oxígeno a la piel. Por último, las personas pueden tener movilidad limitada y pasar mucho tiempo acostados mientras que se recuperan de la neumonía, que puede aumentar el riesgo de una UP. Más investigaciones serán útiles en identificar estas y otras razones de la relación entre la neumonía y UP.
Los autores notaron que los proveedores de salud y rehabilitación que trabajan con personas con LME en entornos hospitalarios y centros de rehabilitación pueden enfocarse en la prevención de las UP, particularmente para personas que han desarrollado neumonía, que usan ventiladores para respirar, o que tienen lesiones completas. Los esfuerzos de prevención pueden incluir comprobar la piel con frecuencia para cambios, así como ayudar a la persona a cambiar posiciones frecuentemente para prevenir la presión. La prevención de UP puede ayudar a las personas con LME a participar más activamente en la rehabilitación y regresar más rápidamente a sus comunidades.
Para Obtener Más Información
Los autores de este estudio continúan a investigar la incidencia de neumonía y úlceras de presión en las personas con LME. El estudio más reciente sobre los mediadores de inflamación asociados con el desarrollo de ulceras por presión en personas con neumonía después de LME (resumen en inglés) está disponible de los Archivos de Medicina Física y Rehabilitación.
El Centro de Traducción de Conocimientos de los Sistemas Modelo (MSKTC, por sus siglas en inglés) ofrece una amplia selección de hojas informativas, presentaciones de diapositivas, y módulos temáticos desarrollados con investigaciones de los Centros del Modelo Sistema sobre LME. Entre ellos se encuentran:
- Cuidado de la piel y úlceras por presión – una serie de seis partes con información importante sobre las úlceras por presión, incluyendo la prevención, factores de riesgo, y opciones de tratamiento: http://www.msktc.org/spanish/sci (el séptimo enlace en la lista).
- La salud respiratoria y LME: http://www.msktc.org/lib/docs/Factsheets/Spanish_Factsheets/SCI_Respiratory_Health_Sp.pdf.
- Hoja informativa adicional – Evaluando su plan de prevención de ulceras por presión: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0003999315002178 (en inglés) está disponible de la colección de NARIC bajo J72696.
El proyecto financiado por NIDILRR sobre la Promoción de la Independencia y Autoadministración Usando mHealth está desarrollando y probando iMHere, una aplicación que compromete a los usuarios con condiciones como LME a participar en la autoadministración de su salud, incluyendo controles regulares de la piel. Obtenga más información sobre el app y cómo participar en la prueba en http://www.imhere.pitt.edu/ (en inglés).
El Panel Nacional de Consejería sobre las Ulceras por Presión ha actualizado sus directrices utilizando el término “lesión por presión” en lugar de “úlcera por presión” para este tipo de daño en la piel y el tejido subyacente, ya que no todas las lesiones por presión pueden causar úlceras o llagas abiertas. Obtenga más información sobre las lesiones por presione en: http://www.npuap.org/resources/educational-and-clinical-resources/npuap-pressure-injury-stages/ (en inglés).
Para Obtener Más Información Sobre Este Estudio
Krishnan, S., Karg, P.E., Boninger, M.L., y Brienza, D.M. (2017) La asociación entre la presencia de neumonía y la formación de úlceras por presión después de una lesión traumática de la médula espinal. (En inglés). La revista de medicina de la médula espinal, 40(4), 415-422. Este artículo está disponible de la colección de NARIC bajo el Número de Acceso J76xxx y sólo está disponible en inglés.